"Hemos alcanzado un nivel en el que sabemos muchas cosas, pero
entendemos muy poco"
Amy Goodman, Democracy Now 3/4/11
Max-Neef ganó en 1983 el Right Livelihood Award, dos años después de
haber publicado su libro Economía Descalza, Señales desde el Mundo
Invisible.
- ¿En qué consiste la economía descalza?
- Bueno, es una metáfora, pero es una metáfora que se originó en una
experiencia concreta. Yo trabajé alrededor de diez años de mi vida en
áreas de pobreza extrema en las sierras, en la jungla, en áreas
urbanas en distintas partes de Latinoamérica. Al comienzo de este
periodo estaba un día en una aldea indígena en la sierra de Perú, era
un día horrible, había estado lloviendo todo el tiempo. Era una zona
muy pobre y frente a mí estaba otro hombre parado en el lodo (no en
el barrio pobre sino en el lodo). Y bueno, nos miramos. Era de corta
estatura, delgado, con hambre, desempleado, cinco hijos, una esposa y
una abuela. Yo era el refinado economista de Berkeley, que enseñaba
en Berkeley, etc. Nos mirábamos cara a cara y de pronto me di cuenta
de que no tenía nada coherente que decirle en esas circunstancias a
este hombre, que todo mi lenguaje de economista era inútil. ¿Debería
decirle que se pusiera feliz porque el producto interno bruto había
subido un 5% o algo así por e l estilo? Todo esto era completamente
absurdo. Entonces descubrí que no tenía un lenguaje para ese ambiente
y que teníamos que inventar un idioma nuevo. Ese es el origen de la
metáfora economía descalza que, en concreto, simboliza la economía
que un economista debe usar cuando se atreve a meterse en los barrios
bajos. El punto es que los economistas estudian y analizan la pobreza
desde sus oficinas lujosas, poseen todas las estadísticas,
desarrollan todos los modelos y están convencidos de que saben todo
lo que hay que saber sobre la pobreza. Pero ellos no entienden lo que
es la pobreza, ese es el gran problema y es también el motivo por el
cual la pobreza aún existe. Esto cambió completamente mi vida como
economista: inventé un lenguaje coherente para esas condiciones de
vida.
- ¿Y cuál es ese idioma? ¿Cómo aplicas un sistema económico o haces
que las circunstancias expliquen esos cambios?
- No, la cuestión es mucho más profunda. Es decir, no es como la
típica receta que te da alguien de tu país, en donde te dicen "le
garantizamos quince lecciones o la devolución de su dinero". Ese no
es el punto, te lo pongo de esta manera: hemos alcanzado un nivel en
nuestra evolución en el que sabemos muchas cosas, sabemos muchísimo
pero entendemos muy poco. Nunca en la historia de la humanidad ha
habido tanta acumulación de conocimiento como en los últimos cien
años y mira cómo estamos. ¿Para qué nos ha servido el conocimiento?
La esencia está en que el conocimiento por sí mismo no es suficiente,
carecemos de entendimiento. La diferencia entre conocimiento y
entendimiento te la puedo explicar con un ejemplo: vamos a pensar que
tú has estudiado todo lo que puedes estudiar desde una perspectiva
teológica, sociológica, antropológica, biológica, inclusive
bioquímica y sobre un fenómeno humano llamado amor. El resultado es
que tú sabrás todo sobre el amor, pero tarde o temprano te vas a dar
cuenta de que nunca entenderás el amor a menos de que te enamores.
¿Qué significa esto? Que sólo puedes llegar a aspirar a entender
aquello de lo que llegas a formar parte. Como dice la canción: si nos
enamoramos, somos mucho más que dos. Cuando perteneces, entiendes.
Cuando estás separado, solo acumulas conocimiento y esa ha sido la
función de la ciencia. Ahora bien, la ciencia se divide en partes
pero el entendimiento es completo, holístico.
Y eso es lo que sucede con la pobreza. Yo entendí la pobreza porque
estuve allí; viví con ellos, comí con ellos y dormí con ellos.
Entonces comienzas a entender que en ese ambiente hay distintos
valores, y diferentes principios comparados con los que existen allí
de donde tú provienes y te das cuenta de que puedes aprender cosas
fantásticas de la pobreza. Lo que he aprendido de los pobres supera
lo que aprendí en la universidad. Pero pocas personas tienen esa
oportunidad, ¿te das cuenta? Ellos ven la pobreza desde afuera en
lugar de vivirla desde adentro. Aprendes cosas extraordinarias. Lo
primero que aprendes y que los que quieren mejorar el sistema de vida
de los pobres no saben, es que dentro de la pobreza hay mucha
creatividad. No puedes ser un idiota si quieres sobrevivir, cada
minuto tienes que estar pensando, ¿Qué sigue? ¿Qué puedo hacer aquí?
¿Qué es esto y lo otro y lo otro? Así que tu creatividad debe ser
constante. Además, están los contactos, la cooperación, la ayuda
mutua y toda una gama de cosas extraordinarias que ya no se
encuentran nuestra sociedad dominante que es individualista, avara,
egoísta, etc. Totalmente lo opuesto de lo que tienes allá. Y es
sorprendente porque a veces llegas a encontrar gente más feliz entre
los pobres que la que encontrarías en tu propio ambiente. Lo que
significa que la pobreza no solo es una cuestión de dinero. Es algo
mucho más complejo.
- ¿Qué crees que debamos cambiar?
- ¡Oh!, casi todo. Somos dramáticamente idiotas. Actuamos
sistemáticamente en contra de las evidencias que tenemos. Sabemos
exactamente qué no debemos hacer. No hay nadie que no sepa esto,
especialmente los grandes políticos saben exactamente lo que no se
debe hacer. Y aún así lo hacen. Después de lo que pasó en octubre del
2008, tú pensarías que van a cambiar porque se han dado cuenta de que
el modelo económico no funciona, que incluso tiene un alto nivel de
riesgo, dramáticamente riesgoso. Y uno se pregunta: ¿Cuál fue el
resultado de la última reunión de la Comunidad Europea? Ahora son más
fundamentalistas que antes. De tal modo que lo único de lo que se
puede estar seguro es que ya viene la próxima crisis y que será el
doble de fuerte que la actual. Pero para entonces ya no habrá
suficiente dinero. Esas son las consecuencias de la sistemática
estupidez humana.
- Si tú estuvieras al frente de la economía ¿qué harías para evitar
otra catástrofe?
- Primero que nada, necesitamos de nuevo economistas cultos, que
sepan historia, de dónde vienen, cómo se originaron las ideas, quién
hizo qué y así sucesivamente. Lo segundo, una economía que entienda
que es subsistema de un sistema finito más grande: la biosfera, y
como consecuencia la imposibilidad de tener un crecimiento económico
infinito. En tercer lugar, un sistema que tenga claro que no puede
funcionar sin tomar en serio los ecosistemas. Pero los economistas no
saben nada de ecosistemas, no saben nada de termodinámica, nada de
biodiversidad, son totalmente ignorantes respecto a estos temas. Un
economista debe tener claro que si los animales desaparecen, él
también desaparecerá porque entonces ya no habrá qué comer. Pero él
no sabe que dependemos totalmente de la naturaleza ¿te das cuenta?
Sin embargo, para los economistas de hoy en día la naturaleza es un
subsistema de la economía, concepto que es totalmente absurdo.
Además debemos acercar el consumidor a la producción. Yo vivo bien al
sur de Chile, una zona fantástica donde tenemos toda la tecnología
para la elaboración de productos lácteos de máxima calidad. Hace unos
meses estaba desayunando en un hotel y al tomar un paquetito de
mantequilla descubrí que ésta venía de Nueva Zelanda, absurdo ¿no te
parece? ¿Y por qué sucede una cosa así? Porque los economistas no
saben calcular los costos reales. Traer mantequilla desde un lugar
que queda a 20.000 kilómetros a un sitio donde se produce la mejor,
con el pretexto de que es más barato es una estupidez monumental
porque no tienen en cuenta el impacto que causan esos 20.000 km. de
transporte sobre la naturaleza. Por si fuera poco, es más barata
porque está subsidiada. Es un caso muy claro en el que los precios
nunca dicen la verdad. Todo tiene su truco ¿sabes? esas artimañas
causan enormes daños. Si acercas el consumo a la producción, comerás
mejor, tendrás mejores alimentos y sabrás de dónde vienen. Incluso
podrías llegar a conocer a la persona que lo produce. Se humaniza el
proceso, pero hoy en día lo que los economistas hacen está totalmente
deshumanizado.
- - ¿No crees que la misma tierra nos forzará a actuar de diferente
modo? ¿Estaremos llegando al fin?
- Sí claro. Ya algunos científicos lo están diciendo pero yo aún no
he llegado a ese punto. Pero muchos lo creen y piensan que es
definitivo, que estamos fritos, que dentro de algunas décadas no
habrá más humanos. Yo no creo que hayamos llegado a ese punto, pero
sí que estamos cerca y diré que ya cruzamos el primero de los tres
ríos. Y observa lo que está pasando en todos lados, es alarmante cómo
la cantidad de catástrofes ha ido aumentando y se manifiesta en todas
las formas: tormentas, terremotos, erupciones volcánicas. El número
de eventos crece dramáticamente, es sobrecogedor y nosotros seguimos
en las mismas.
- ¿Qué has aprendido de las comunidades pobres en las que has vivido
y trabajado que te de esperanza?
- La solidaridad de la gente; el respeto por los otros; la ayuda
mutua; nada de avaricia, un valor inexistente dentro de la pobreza y
uno estaría inclinado a pensar que allí es donde más está presente,
que la avaricia debería ser patrimonio de los que menos tienen. No,
todo lo contrario, mientras más tienes más quieres, la crisis actual
es producto de la avaricia. La avaricia es el valor dominante del
mundo actual. Mientras persista, estamos acabados.
- ¿Cuáles serían los principios que enseñarías a los jóvenes
economistas?
- Los principios de la economía deben estar fundamentados en cinco
postulados y un valor esencial. Primero: la economía está para servir
a las personas y no las personas para servir a la economía. Segundo:
el desarrollo se refiere a las personas, no a las cosas. Tercero:
crecimiento no es lo mismo que desarrollo y el desarrollo no
necesariamente requiere de crecimiento. Cuarto: no puede existir una
economía con un ecosistema fallando. Quinto: la economía es un
subsistema de un sistema mayor y finito: la biosfera. Por lo tanto,
el crecimiento permanente es un imposible. Y el valor fundamental
para poder consolidar una nueva economía es que ningún interés
económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar por encima de la
reverencia por la vida.
- Explica lo que acabas de mencionar...
- Nada puede ser más importante que la vida. Y digo vida, no seres
humanos, porque para mí el punto clave es el milagro de la vida en
todas sus manifestaciones. Pero si predomina el interés económico,
uno no solo se olvida de la vida y otros seres vivientes, termina
también ignorando a los seres humanos. Si recorres esta lista que
acabo de mencionar, uno a uno, verás que lo que tenemos ahora es
exactamente lo contrario.
- Volvamos al tercer punto, crecimiento y desarrollo y explícalo
mejor...
- Crecimiento es una acumulación cuantitativa. Desarrollo es la
liberación de posibilidades creativas. Todo sistema vivo de la
naturaleza crece y en cierto punto deja de crecer, tú ya no estás
creciendo, ni él ni yo. Pero continuamos desarrollándonos, de otro
modo no estaríamos dialogando en este momento. El desarrollo no tiene
límites pero el crecimiento sí. Y este es un concepto muy importante
que políticos y economistas ignoran, están obsesionados con el
fetiche del crecimiento económico.
He trabajado durante décadas y en este tiempo se han hecho muchos
estudios. Soy el autor de una famosa hipótesis: la hipótesis del
límite, que dice que en toda sociedad hay un periodo de crecimiento
económico-entendido convencionalmente o no-que trae una mejora en la
calidad de vida pero sólo hasta cierto punto: el punto límite, a
partir del cual, si hay más crecimiento, la calidad de vida comienza
a decaer. Esta es la situación en la que nos encontramos actualmente.
Tu país es el ejemplo más dramático que puedes encontrar. En mi libro
que saldrá publicado el próximamente en Inglaterra, titulado La
economía desenmascarada-hay un capítulo llamado "Estados Unidos, una
nación en vías de subdesarrollo" la cual es una nueva categoría.
Actualmente manejamos los conceptos de desarrollado, subdesarrollado
y en vías desarrollo. Ahora tenemos el nuevo concepto de en vías de
subdesarrollo y tu país es el mejor ejemplo, en el cual el 1% de los
americanos cada vez están mejor, mejor y mejor, mientras que el 99%
va en decadencia en todo tipo de manifestaciones. Hay personas que
viven en sus autos, ¿sabes? ahora duermen en sus carros, estacionados
enfrente de la que fue su casa. Miles, millones de personas lo han
perdido todo. Pero los especuladores, los que crearon todo este
problema, esos están fantásticamente bien. Para ellos no hay
problemas.
- ¿Entonces, cómo cambiarías las cosas?
- Bueno, no sé cómo cambiarlas. Es decir, solitas van a cambiar, pero
de manera catastrófica. Para mí no sería raro que de un momento a
otro millones de personas salieran a las calles de Estados Unidos a
causar destrozos. No sé, pero podría suceder. No lo sé. La situación
es absolutamente dramática y se supone que es el país más poderoso de
la tierra. Y aún en estas condiciones, siguen con sus guerras
absurdas gastando billones y trillones. Trece trillones de dólares
para los especuladores y ¡ni un centavo se fue para las personas que
perdieron sus casas! ¿Qué tipo de lógica es esa?
Democracy Now, marzo de 2011.
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